María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada de Unidas Podemos, aboga firmemente por la necesidad de llevar a cabo exigencias medioambientales más «accesibles», «coherentes» y sociales, especialmente para la agricultura familiar. Según Rodríguez Palop, esto es fundamental para la mejora sostenible del sector agrario, y sugiere que no debe ser pospuesto indefinidamente.
Durante una entrevista con Efeagro, Rodríguez Palop examinó las protestas del sector agrario y su propio balance legislativo en la Unión Europea. Destacó la necesidad de una mayor cohesión entre las políticas agrarias, medioambientales y energéticas, apoyando a la agricultura familiar frente al acaparamiento de fondos de inversión y a los oligopolios eléctricos que buscan convertir el suelo fértil en terreno para la producción de energía renovable.
Además, la eurodiputada es vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género en el Parlamento Europeo. La vicepresidencia de Rodríguez Palop en estas comisiones resalta su compromiso continuo con las cuestiones de género y medio ambiente dentro de la política europea.
A su juicio, «no existe coherencia» entre la Política Agraria Común (PAC), la política medioambiental y la energética. Cita como ejemplo los proyectos para molinos eólicos o minería en zonas que deberían primar la producción de alimentos. Rodríguez Palop enfatizó: «Está muy bien que hayamos renunciado en cierto modo a los combustibles fósiles», pero advirtió contra una espiral especulativa descontrolada.
La eurodiputada también remarcó la importancia de no desvincular el campo del desarrollo rural ni verlo como un mero conjunto de tractores que aparecen ocasionalmente en la calle. Esta visión refuerza su defensa de una visión integral y sostenible de la agricultura.
Ante las próximas elecciones europeas, Rodríguez Palop planteó la posibilidad de que las movilizaciones agrícolas continúen, otorgándoles un posible impacto directo en los resultados de los comicios. En su balance de la legislatura, indicó que la agricultura resulta ser diferente, adaptándose a la realidad de menos agua, una emergencia climática y un ambiente de inflación alimentada por las guerras y los acuerdos de libre comercio.
Finalmente, la eurodiputada de Unidas Podemos pidió un replanteamiento de las políticas, solicitando cláusulas idénticas en términos medioambientales y sociales para que la agricultura y ganadería comunitaria no se vean perjudicadas en comparación con productos importados. Además, Rodríguez Palop insistió en que la contradicción entre campo y medio ambiente no debería existir, ya que la preservación de la biodiversidad y una buena gestión del agua son vitales para las actividades agrícolas y ganaderas.