Calidad Pascual se prepara para superar mil millones de euros en facturación
El grupo alimentario Calidad Pascual, presidido por Tomás Pascual Gómez-Cuétara, está enfocando sus esfuerzos para lograr o superar la barrera de los mil millones de euros de facturación en un plazo de dos años, es decir, para 2026. Esta meta supone un adelanto en los planes originales que habían trazado de llegar a esa cifra.
En un desayuno de trabajo organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), Tomás Pascual compartió las perspectivas y retos del grupo, advirtiendo el impacto que ha tenido la inflación en los resultados de la compañía, pero insistió en su confianza de alcanzar los mil millones en ventas en el plazo propuesto, a pesar de las circunstancias externas.
Según el presidente de la empresa, Calidad Pascual ya ha superado los 910 millones de euros de facturación en 2023, augurando un crecimiento aproximado del diez por ciento respecto al año anterior. Aun así, las cifras finales del ejercicio se confirmarán en los próximos días.
Esta empresa familiar, pionera en el sector alimentario y de bebidas en España desde 1969, desafía a la competencia y a la marca blanca con estrategias de innovación y captación de consumidores más cautelosos en sus gastos e inversión.
La compañía cuenta en la actualidad con siete plantas, 27 delegaciones comerciales y más de 2.300 empleados, y ofrece un portafolio de 200 productos que se comercializan bajo marcas reconocidas como Pascual, agua natural mineral Bezoya, bebidas vegetales Vivesoy, Bifrutas, zumos Essential, café Mocay y café Jurado.
A finales de año, Calidad Pascual tiene previsto presentar una nueva subcategoría de productos lácteos, buscando mantenerse relevante ante los consumidores y absorber el golpe de los cambios geopolíticos que afectan la logística y el transporte. Pese a todo, Tomás Pascual asegura que estos desafíos no repercuten en el consumo de los productos del grupo.
Ante las preocupaciones por el cambio climático, la salud y el bienestar animal, la estrategia de la empresa es competir en términos de sostenibilidad, dejando la leche clásica y apostando por «desagregarla» y por la proteína.