Los proyectos de agricultura regenerativa impulsados por PepsiCo han permitido reducir en un 15% la huella de carbono en los cultivos de patatas. A través del uso de fertilizantes hechos a partir de hidrógeno verde, se han aplicado en el cultivo de 8.900 toneladas de patatas en campos en expansión en España y Portugal. Este esfuerzo se enmarca dentro de un compromiso más amplio de la empresa hacia la sostenibilidad y la innovación en el sector agroalimentario.
La importancia de la jornada sobre agricultura sostenible
La I Jornada sobre Agricultura Sostenible, organizada por PepsiCo y Lay’s, se lleva a cabo en el Fórum Evolución de Burgos, donde se discute la importancia de fomentar prácticas agrícolas sostenibles. La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León, María González Corral, inauguró el evento, que analiza cómo adaptar el sector agrícola a las nuevas realidades, haciéndolo más rentable y respetuoso con el medio ambiente.
En esta jornada, se han revisado diversas prácticas de agricultura regenerativa que buscan cuidar el suelo, con un enfoque particular en los avances en fertilizantes que generan bajas emisiones de carbono. Además, se ha abordado el rol de las mujeres en la agricultura moderna, destacando su contribución al impulso de prácticas más sostenibles.
Innovación en fertilizantes y su impacto
Las nuevas tecnologías han permitido el desarrollo de fertilizantes que son bajos en huella de carbono. Este enfoque es adoptado por varias compañías en el cultivo de la patata en todo el mundo, siendo PepsiCo una de las líderes en este ámbito. En Castilla y León, esta región se posiciona como la mayor productora de patatas de España.
Se estima que el 100% de la patata y el maíz que comercializa PepsiCo proviene de una agricultura sostenible, tanto económica como ambientalmente. En 2023, la empresa ha logrado cultivar 8.900 toneladas de patatas Lay’s y Ruffles utilizando fertilizantes elaborados con hidrógeno verde de Fertiberia. Esto ha llevado a una reducción significativa de las emisiones de carbono, estimada en 85.000 kg de CO2eq.
Retos y compromisos en la sostenibilidad agrícola
Durante la jornada, se presentó una mesa redonda con expertos, donde se plantearon los retos que enfrenta el sector agroalimentario. Andrés García, director general de Garlan, recordó que 25% del CO2 generado proviene del sistema agroalimentario. De ese porcentaje, 50% es resultado de la producción, y de ahí, un 60% es responsabilidad de la huella de carbono. Este escenario resalta la urgentísima necesidad de invertir en una producción más limpia.
Los ponentes destacaron que sin financiación y apoyo institucional, avanzar en la implementación de fertilizantes de bajas emisiones es complicado. La sostenibilidad no puede ser un objetivo aislado; debe ir acompañada de estrategias que reduzcan el impacto ambiental sin comprometer la rentabilidad de los agricultores. Garcías también exhortó a las administraciones a simplificar la burocracia y a aumentar la concienciación sobre la importancia de la sostenibilidad, enfatizando que "la sostenibilidad sin rentabilidad es imposible".
El camino hacia el futuro agrícola
Además de discutir sobre la necesidad de ayudas financieras, se subrayó la importancia de un compromiso real por parte de los gobiernos. La transición hacia una agricultura más limpia y respetuosa es un esfuerzo colectivo que requiere la participación activa de todas las partes interesadas, desde los agricultores hasta las instituciones públicas.
Mientras se analiza el impacto de estas prácticas y tecnologías en el medio ambiente, resulta esencial que todos seamos parte de la conversación sobre la agricultura sostenible y sus desafíos. A medida que el sector sigue evolucionando, es importante reflexionar sobre cómo podemos contribuir y adaptarnos a estas nuevas realidades. La agricultura sostenible no solo es una opción, sino una necesidad que puede transformar el futuro para las generaciones venideras.








