El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, ha descartado la posibilidad de reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en los productos pesqueros como medida para incentivar su consumo. En lugar de ello, el Gobierno planea lanzar una campaña de promoción para el sector pesquero, según informó Planas durante una reunión mantenida con representantes de la industria acuícola y pesquera española.
Una de las figuras destacadas en el encuentro con Planas fue Javier Garat, el secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca). Garat, junto con otras personalidades de la industria como Basilio Oterio, Presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, o Maria Luisa Álvarez, directora gerente de la Federación Nacional de Pescaderías (Fedepesca), ofrecieron su perspectiva y expectativas ante las decisiones gubernamentales.
A pesar de que la propuesta de reducir el IVA no fue bien recibida, se llegó a un consenso en cuanto a la necesidad de nombrar a un comisario de Pesca dentro de la Comisión Europea, una figura que ha existido en otras ocasiones y que facilitaría la toma de decisiones y la comunicación con la industria.
Además de esta propuesta, en la reunión se discutió el equilibrio entre la sostenibilidad ambiental, social y económica de la industria pesquera, algo que ha adquirido gran importancia tras la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TSJUE) que avala estas tres dimensiones de la sostenibilidad.
Sin embargo, el desacuerdo en cuanto a la cuestión del IVA demuestra la complejidad de la situación. Mientras que Planas ve en la promoción a través de la campaña «Alimentos de España» la solución al problema de disminución en el consumo de pescado, figuras como Garat consideran insuficiente esta medida y abogan por una revisión de las políticas pesqueras y medioambientales.
La reunión, que tuvo lugar en vísperas del Consejo Consultivo de Pesca de la UE en Brujas, ha dado pie a discusiones y debates que seguramente afectarán al futuro del sector pesquero español. Asimismo, pone de manifiesto la creciente tensión entre los intereses económicos del sector y las necesidades de sostenibilidad y conservación del medio ambiente.
