El escenario estratégico de la industria agroalimentaria es dinámico y cambiante. En un mundo necesitado de alimentos y con mercados en continuo crecimiento, el sector agroalimentario español parece tener un objetivo claro: abrirse hueco en el gigante asiático, China. En palabras del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, es un «objetivo de primer orden».
Luis Planas ha destacado la relevancia de esta meta durante su intervención en la feria internacional de la industria alimentaria SIAL, celebrada en Shanghái. Allí afirmó que « España es una potencia agroalimentaria y tenemos la necesidad de proclamarlo y ejercerlo en mercados con un potencial de crecimiento tan impresionante como el chino«.
China es un socio comercial relevante para España en el plano agroalimentario. En la clasificación mundial, China ocupa el noveno puesto en las exportaciones agroalimentarias de España y el tercer país fuera de la Unión Europea, con exportaciones que el año pasado alcanzaron los 1.900 millones de euros.
En este contexto, la presencia española en China es cada vez más notoria, especialmente gracias al trabajo de las 78 empresas españolas participantes en la feria SIAL y a la calidad y la innovación de sus productos, que son capaces de adaptarse a las demandas de mercados complejos y a las necesidades de distintos públicos.
El escenario es prometedor, pero también requiere de un trabajo continuo y de la utilización de todos los instrumentos disponibles para consolidar la presencia española en China. Se están buscando consentimientos para la venta de carne de ovino y caprino, vacuno, productos avícolas y cerezas.
Durante su paso por la feria SIAL, el ministro Planas también ha tenido la oportunidad de visitar el pabellón del Ministerio y los stand de varias empresas e interprofesionales del sector cárnico español. Estos eventos evidencian la importancia de seguir reforzando los vínculos comerciales con China, un mercado que supone en la actualidad el principal cliente de España en Asia y el tercer mercado extracomunitario más relevante.
En toda esta dinámica, se puede concluir que la relación comercio agroalimentario entre España y China es cada vez más estrecha y fructífera, y no hay duda de que esto promoverá un crecimiento continuo y beneficioso para ambas partes en el futuro cercano.