El reglamento de deforestación de la Unión Europea causa controversia en Sudamérica
El Consejo Agropecuario del Sur (CAS) conformado por los ministros de Agricultura de seis países sudamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay), ha manifestado su desacuerdo con el reglamento de la Unión Europea (UE) contra la deforestación. Según el organismo suramericano, el reglamento representa un obstáculo para el comercio al no estar sustentado en datos científicos.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que sirve como secretaría técnica del CAS, reveló la información después de una reunión llevada a cabo en París en el marco de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Sanidad Animal.
Los participantes de la mencionada reunión argumentaron que el reglamento 1115/2023 de la UE, que se espera entre en vigencia en enero, presenta una incertidumbre considerable en términos de aplicación, lo cual podría resultar perjudicial. Fernando Villela, secretario de Bioeconomía de Argentina, apoyó este argumento declarando que las restricciones comerciales hacia vendedores de productos agrícolas que no pueden certificar la no deforestación no están basadas en datos científicos.
Además de ello, se analizó la política europea referente a los límites máximos de residuos y reducción de pesticidas, sobre lo que los ministros resaltaron que, a pesar de ser presentado como un tema medioambiental, es más bien una cuestión de inocuidad de alimentos.
Por todo ello, los representantes del CAS acordaron trabajar de forma conjunta para hacer frente a los ámbitos en que estas cuestiones se discuten. Además, se discutieron los primeros avances en los trabajos coordinados de los países representados en el CAS y el sector privado, con el fin de fortalecer la investigación sobre las emisiones y captura de gases de efecto invernadero que realiza la agricultura en la región, según informa el IICA.
A partir de junio de 2023, la legislación comunitaria intentará evitar que las importaciones en la Unión Europea de ciertas materias primas y productos derivados, como el aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate, ocasionen la deforestación en terceros países. Para ello, las empresas importadoras tendrán que rastrear el origen de estos productos y emitir una declaración de diligencia debida para garantizar que no han causado deforestación en sus lugares de origen en comparación con el año 2020.