La reciente oleada inflacionaria de Paraguay ha dado lugar a un incremento inesperado en los precios de los alimentos esenciales, siendo un elemento clave en este fenómeno el tomate. Según los datos presentados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, en abril, la inflación se situó en un 0,8% mensual. Sin embargo, este análisis trasciende más allá del porcentaje, proporcionando una visión completa de cómo el contrabando y la escasa producción están afectando significativamente al precio del tomate.
Carlos Giménez, ministro de Agricultura y Ganadería, señaló que la fuerte repercusión se ha sentido tanto en los hogares como en los comerciantes. El precio actual del tomate va de 27.000 a 30.000 guaraníes, el equivalente de 3,6 a 4 dólares por kilo, lo que se espera que persista hasta finales de mayo.
Entre los factores que se han identificado como influencia en este escenario están el contrabando y el fenómeno de «abandono de producción» por parte de muchas familias paraguayas. Giménez enfatizó que este contrabando ha perjudicado enormemente a la agricultura familiar que, debido a sus altos costos de producción, se encuentra vendiendo sus frutos a precios más elevados. Como resultado, ha habido una disminución en la oferta interna que repercute directamente en el precio final del producto.
A este problema se suma otra preocupación: un reporte del Banco Central de Paraguay reveló que los incrementos más significativos se observaron también en productos lácteos y hortalizas. Según el reporte, estos mantienen una «tendencia alcista». Aumentando aún más el impacto en los bolsillos de los consumidores.
Un contexto de «otoño atípico», según las palabras de Giménez, también ha afectado la producción del tomate, llegando a afectar cercano al 90% del total. Como consecuencia de la disminución en la producción interna, Argentina se ha erigido como principal proveedor de tomates para Paraguay.
Finalmente, a pesar de la situación complicada y del alto precio, Giménez alertó del posible «abuso» y especulación en la venta del tomate, una situación que resulta perjudicial tanto para los productores como para los consumidores. Todo este complejo panorama refleja la necesidad de tomar medidas y trazar estrategias eficaces para contrarrestar los retos actuales de la agricultura paraguaya.
