El panorama agrario español está viviendo momentos tensos y llenos de acción. Según la última encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), gran parte de la sociedad española se muestra apoyando las actuales protestas en el campo.
Cerca de cuatro mil personas han sido consultadas para realizar el mencionado barómetro, donde se ha descubierto que aproximadamente la mitad de los españoles respaldan las peticiones de los productores. Otro 40% se muestra parcialmente de acuerdo con sus demandas. Entre las principales preocupaciones de los agricultores y ganaderos, se apunta al desequilibrio existente entre los precios del campo a la mesa, así como la competencia desleal de terceros países.
Este sentir popular se refleja también en personalidades públicas reconocidas. Sin ir más lejos, artistas como Antonio Banderas han expresado su solidaridad con los agricultores en las redes sociales.
El epicentro de protestas se ha situado en Málaga, ciudad oriunda de Banderas, donde la concentración convocada por Cooperativas Agro-alimentarias y organizaciones agrarias como Asaja, COAG y UPA ha tenido lugar con momentos de alta tensión. Incluso se han llegado a lanzar limones contra la Subdelegación del Gobierno, ilustrando así el creciente descontento en este colectivo.
Las protestas continúan a nivel nacional, extendiéndose a Valladolid y Madrid, donde se tiene previsto una tractorada. Pero esto no se restringe a la geografía española, ya que en Europa también están teniendo lugar acciones similares. En Bélgica, por ejemplo, un centenar de tractores ha bloqueado la entrada y salida de camiones del aeropuerto de la ciudad de Lieja.
A nivel gubernamental, siguen las negociaciones con el Gobierno, que parecen no llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Mientras tanto, se están llevando a cabo reuniones técnicas encabezadas por la figura del secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Fernando Miranda, con el objetivo de coordinar el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (Pepac).
Por ende, estos hechos son sólo una muestra más de la insatisfacción y la urgencia existente entre los trabajadores del campo, y la necesidad de medidas que aborden y resuelvan los problemas que afectan a su profesión.