El organismo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha advertido de la amenaza que el desperdicio de alimentos plantea para la seguridad alimentaria en Europa. Este pronunciamiento llega en consonancia con el Día Mundial de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.
Por cuarto año consecutivo, la EFSA colabora con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en una campaña para alertar sobre los peligros que entraña el desperdicio alimentario para el suministro de alimentos seguro y estable en Europa. La campaña tiene el propósito de informar al público sobre asuntos importantes como el etiquetado apropiado y la manipulación segura de los alimentos para evitar la propagación de enfermedades.
Para fomentar la seguridad alimentaria, la EFSA ha compartido numerosas recomendaciones para prevenir el desperdicio de alimentos. Entre las sugerencias se encuentran: mantener limpios los alimentos, separar los alimentos crudos de los cocidos, cocinar completamente los alimentos, almacenar los alimentos a temperaturas seguras y utilizar agua y materias primas seguras.
Estos consejos, respaldados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), contribuyen a minimizar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos y promueven prácticas seguras de higiene alimentaria.
Además, para combatir el desperdicio de alimentos en los hogares, se recomienda almacenar correctamente los alimentos, dándole importancia a la refrigeración de los productos perecederos, el uso de recipientes herméticos y mantener la nevera a la temperatura adecuada.
La EFSA también propone entender las etiquetas de los alimentos y conocer las fechas de caducidad, así como donar las sobras de alimentos antes de que expiren a bancos de alimentos o compartirlas con vecinos, amigos y familiares.
Según los datos de Eurostat de 2021, en la Unión Europea se desperdician anualmente más de 58 millones de toneladas de alimentos, lo que se traduce a 131 kilos por habitante y equivale a un coste total de 132.000 millones de euros.
En España, se desperdiciaron 1.214,76 millones de kilos y litros de alimentos el año pasado, de los cuales 1.183,4 millones se descartaron en los hogares. Este dato supone un aumento del 1,1 % respecto al año anterior.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha revelado que se desperdició el 3,9 % de todos los alimentos y bebidas adquiridos para su consumo en 2023. Por otro lado, los hogares españoles desperdiciaron un 13,2 % menos que en 2020 y aumentó el número de aquellos que no descartaron alimentos en comparación con 2022.
El desperdicio fuera del hogar se redujo en un 0,4 % en el último año, con 31,34 millones de kilos, siguiendo una tendencia decreciente desde 2021.
En resumen, el desperdicio de alimentos es una amenaza real y persistente para la seguridad alimentaria en Europa y es necesario tomar medidas para combatirlo. Que el público esté informado y tome decisiones conscientes basadas en evidencias científicas es esencial para combatir el desperdicio de alimentos y mejorar la seguridad alimentaria para todos.