El mes de mayo aterriza en el panorama culinario español con un sabor a tradición que no se puede desestimar. El día 15 se celebra San Isidro, y con este evento anual, los supermercados y mercados locales se llenan de productos propios de la festividad como las rosquillas, el rabo de toro, y, como novedad este año, también se harán un espacio para las antiguas lecherías.
Las festividades de San Isidro se llevan a cabo en toda España, pero cobran especial relevancia en la capital madrileña y sus alrededores, así como en pueblos de provincias como Jaén, Vizcaya, Murcia, Málaga y Badajoz. En honor al santo patrón del campo, muchas empresas y cooperativas agrarias se unen a las celebraciones. Y para esos días, nada mejor que degustar platos típicos de la tradición local en las plazas de los pueblos y en enclaves turísticos de Madrid como la Plaza Mayor, el parque de San Isidro o las instalaciones del Matadero.
Las rosquillas son uno de los protagonistas gastronómicos de San Isidro. Tras un largo período de ausencia en los lineales, las tiendas de alimentación vuelven a incluir este tradicional dulce en sus estanterías. Según los datos ofrecidos por la pastelería y panadería Viena Capellanes, se espera la producción de 85.000 rosquillas en total. La base de estas rosquillas es una amalgama de huevos, azúcar, aceite de oliva y harina, pero las variedades “tontas” y “listas” le dan una singularidad a este manjar. La distinción radica en el toque final: las “tontas” son los más básicas, simplemente se terminan con un toque de anís. Por otro lado, las “listas” se bañan en almíbar y se finalizan con fondant de limón, resultando en un dulce más jugoso.
Más allá de las rosquillas, San Isidro también marca la oportunidad de saborear otros platos más vinculados a la cocina salada, como es el caso del rabo de toro. Aunque típicamente se cocina con carne de vaca, un sinfín de restaurantes madrileños aprovechan la fecha para experimentar con distintas recetas que incorporan este producto.
Finalmente, y por si no fuera suficiente con las rosquillas y el rabo de toro, la compañía láctea Leche Madriz ha decidido recuperar la tradición de las lecherías en el contexto de las festividades de San Isidro. Durante este fin de semana, en el Mercado de Motores, ofrecerán un menú que reinventa la tradición e incorpora rosquillas, chocolate con leche y café. Historiográficamente, las lecherías fueron uno de los negocios más destacados en las calles madrileñas entre finales del siglo XIX y principios del XX.
En definitiva, la celebración de San Isidro subraya la rica tradición culinaria de España, incorporando elementos que evocan y refuerzan los sabores locales y proporcionan un increíble crisol de experiencias gastronómicas para lugareños y visitantes por igual.