En el contexto actual, se perciben tendencias claras hacia el fortalecimiento de la normativa antitabaco en España. Diversas comunidades autónomas se muestran dispuestas a ampliar las restricciones a fumar y a usar vapeadores. Sin embargo, existe la necesidad de una revisión cuidadosa del plan propuesto por el Ministerio de Sanidad y se prevén alegaciones a algunos aspectos del mismo.
El Ministerio ha propuesto un borrador para el «Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027». La iniciativa busca ampliar las zonas libres de humo y aerosoles producidos por vapeadores, enfocándose en ambientes abiertos y en espacios privados que registren presencia de menores. A pesar de la falta de especificidad en cuanto a cuáles serán estos espacios, es claro el impulso hacia su prohibición en áreas con niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
En sus metas y objetivos, el plan pone un énfasis en evitar que los jóvenes adopten el hábito del tabaco. Para ello se planteará la homologación de nuevos hábitos de consumo, la implementación de envases genéricos y un incremento en la fiscalidad. Se plantean además propuestas para facilitar la cesación del hábito, ampliando el rol de la atención primaria y la intervención en entornos hospitalarios.
Aunque el plan ha sido bien recibido por las comunidades autónomas, muchas han expresado la necesidad de estudiarlo de manera más detallada. Algunas comunidades, como Asturias y Cataluña, apoyan las medidas restrictivas sobre el consumo de tabaco en terrazas, mientras que Andalucía y Galicia muestran intención de regular estrictamente el uso de vapeadores.
Pese a esta corriente general, algunas comunidades anticipan la presentación de alegaciones al plan. La Comunidad Valenciana, por ejemplo, favorece una aproximación que tenga en cuenta también los espacios de libertad. En general, existe la convicción de que cualquier cambio normativo deberá ser capaz de generar confianza en la población, y una efectiva gestión de un factor clave en la generación de un amplio espectro de enfermedades evitables.
Así, se perfilan intensos debates sobre la futura regulación del consumo de tabaco y vapeadores en España. Aunque la idea de proteger la salud pública es prácticamente consensuada, el detalle de las medidas y la forma en que estas se implementen serán objeto de análisis y negociaciones durante los próximos meses.