En la noticia del día, el Plan Estratégico de Recuperación y Transformación Económica (Perte) Agroalimentario II afirma su aporte resoluto al desarrollo y sostenibilidad de las empresas medianas y pequeñas (pyMES). La emisión de las bases de este plan se ha realizado en el inicio de esta semana, planteando un horizonte positivo para las empresas del sector primario que han optado por enriquecer su rendimiento mediante la adopción de tecnologías emergentes.
Bajo este enfoque, el Comisionado para el Perte Agroalimentario, Galo Gutiérrez, ha hecho una minuciosa evaluación durante unas jornadas organizadas por la certificadora Acera y la consultora Ayming. Justo ese día, el Ministerio de Industria y Turismo ha puesto a disposición pública la orden de bases de la segunda versión del Perte Agroalimentario dotado con 100 millones de euros.
Esta edición se destaca por una agilización en el cobro de las ayudas, que serán distribuidas por concurrencia simple. Por lo tanto, no se inhibe la capacidad de las empresas en alcanzar posibles acuerdos para participar en conjuntos de proyectos. A pesar de que no es el modelo preferente, se ha seleccionado en vista de los compromisos de ejecución del presupuesto con la Comisión.
El esquema de adquisición propuesto para las pymes incluirá equipos y aparatos que formen parte de sus procesos productivos. Este nuevo enfoque se diseñó para respaldar a empresas del sector primario que tienden a desdibujar su límite con la industria. Se espera que este método no convencional de financiación encuentre una buena acogida en el sector, y que por ende, pueda generar un impacto significativo en la economía local.
Los proyectos que se concedan serán desarrollados en un plazo de dos años luego de la resolución definitiva de las ayudas. En términos de garantías, variarán en un porcentaje de la ayuda que dependerá de la solvencia económica de la empresa que haga la solicitud.
Resalta en este contexto, el hecho de que las ayudas son propuestas para sociedades mercantiles privadas, cooperativas y Sociedades Agrarias de Transformación (SAT) que realicen actividades industriales. Este pormenorizado esquema continuará respaldando con fuerza la transición hacia la sostenibilidad y modernización de la industria en el sector.
El balance del primer Perte agroalimentario resultó positivo en términos de resultados. Se destinaron 182 millones de euros a más de 286 proyectos primarios. Con estas acciones llegaron a impactarse más de 224 empresas con iniciativas repartidas en 14 comunidades autónomas. Este balance directamente influenció la conformación del segundo Perte agroalimentario, el cual persigue como objetivo principal mantenerse apoyando la transformación productiva del sector.