Las contrataciones estivales en los supermercados españoles están a punto de dispararse, con miles de puestos a la vista para cubrir la alta demanda de las zonas de playa en el apogeo del turismo. Sin embargo, la afluencia de ofertas laborales no se traduce automáticamente en una contratación sencilla, existen diversos desafíos que podrían dificultar la tarea.
Según informa la agencia de empleo Adecco, se han lanzado más de 5.000 ofertas laborales en el país, destinadas a cubrir la demanda en hostelería y turismo, logística, distribución, reparto de última milla y atención al cliente. Pero se espera que encontrar mano de obra para estas misiones no sea tarea fácil.
El aumento de turistas en áreas costeras y en las islas genera una mayor demanda y, por tanto, un número elevado de vacantes. Mientras en regiones de interior o con menor afluencia turística, las contrataciones se enfocarán más en cubrir las ausencias del personal regular por vacaciones.
La directora de Servicio de selección y contratación de Adecco, Julia Carpio, resalta que las ofertas en los supermercados poseen un carácter temporal , lo que junto a la alta demanda en las zonas turísticas, puede generar dificultades durante el proceso de selección y en la cobertura de los perfiles más solicitados.
Hay dos categorías en las que se encuentran demandados los profesionales: de un lado, los empleados con experiencia y cualificación en las secciones de frescos y en caja; del otro, los perfiles para reposición y descarga de mercancías, donde la formación y la previa experiencia no son determinantes.
Desde la agencia de empleo señalan el reto que implica atraer mano de obra al sector sin una formación previa específica. Por este motivo, las empresas están apostando por hacer atractiva la distribución a las nuevas generaciones y por la formación continua de su personal para evitar la rotación de la plantilla.
Para los jóvenes, trabajar en verano en el sector de la distribución puede ser visto simplemente como una forma temporal de conseguir ingresos. Para atraer a estos perfiles a largo plazo, las empresas deben ofrecer incentivos como mejores condiciones salariales, nuevas fórmulas de conciliación, y planes reales de carrera.
Pero las dificultades no son solo laborales. En zonas turísticas de alta afluencia como Ibiza y Menorca, las empresas deben competir con el atractivo de la hostelería y la vida nocturna, ofreciendo incentivos que van desde el alojamiento hasta compensaciones económicas para atraer a los empleados.