En medio de un escenario de incertidumbre y confrontación política, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, ha manifestado su preocupación por la situación actual en las regiones de Alicante, Murcia y Almería. La tensión se ve alimentada por lo que Jiménez percibe como una política de agua inconsistente y perjudicial por parte del Ministerio de Transición, cuya actuación, según él, ha contado con el respaldo del primer ministro, Pedro Sánchez.
El escenario actual ha sido esculpido por decisiones que han suscitado controversia, pues según se interpreta desde el Sindicato, se ha privilegiado la gestión del agua en Castilla-La Mancha en detrimento de otras áreas. Esta estrategia, asegura Jiménez, ha dejado en sequía a regiones como la del Segura, a pesar de las necesidades hídricas de la misma.
Según sus palabras, los líderes socialistas regionales de las tres áreas afectadas han sufrido las consecuencias de estas decisiones. Y no sólo eso, sino que se ha subrayado el impacto de estas políticas de agua sobre las elecciones generales, y cómo han afectado la legislatura.
Sin embargo, hay un hilo de esperanza en medio de este clima. El presidente del Sindicato Central de Regantes valora el apoyo continuo de Fernando López Miras, incluso en momentos en los que el mismo partido político gobernaba en Madrid. «Nos alegramos de los avances», manifestó, mostrando su optimismo cauto sobre el transcurso de la legislatura y el futuro de las políticas de agua en la región.
La atención se centra ahora en la convocatoria de las próximas elecciones generales y en cómo los eventos actuales podrían influir en el panorama político del país. Con la mirada puesta en la legislatura entrante, es inevitable reflexionar sobre los efectos de la actual gestión del agua y cómo se desenvolverá en el futuro.
