En el corazón de España, el 21 de febrero se da cita a un evento que promete ser un hito en la lucha por la justicia agraria: una tractorada que congregará a al menos 500 tractores en Madrid. Convocada por la Unión de Uniones, esta movilización nacional surge como clamor ante la crisis que ahoga al sector agrícola y ganadero, poniendo en primer plano las demandas por políticas más equitativas y sustentables.
La tractorada, que ya ha sido debidamente notificada a las Subdelegaciones del Gobierno implicadas, busca ser un punto de inflexión. Se espera que su desarrollo a través de 15 provincias -entre ellas Ávila, Sevilla y Valencia- no solo llame la atención sobre la urgencia de sus reivindicaciones, sino que también evidencie el compromiso del sector con una manifestación ordenada y segura.
Desde la organización se hace un llamado a la reflexión, apuntando a la necesidad de que las autoridades aprendan de experiencias pasadas y se eviten las trabas que, en vez de desalentar, han generado más inconvenientes para los ciudadanos. La tractorada se inscribe bajo el lema “Nos Sobran los Motivos – Defendemos el campo, defendemos la alimentación de todos”, resumiendo en él la esencia de su lucha.
Entre las reivindicaciones, se destaca un paquete de 21 medidas consideradas fundamentales para la supervivencia del sector. Estas abarcan desde la necesidad de justas compensaciones para ciertos cultivos, hasta la exigencia de una Cadena Alimentaria que garantice precios justos, pasando por la protección ante importaciones que distorsionan la competencia. Además, se hace un llamamiento a la defensa de la sanidad animal y a un tratamiento más acorde a la realidad del campo por parte de las políticas vigentes.
Un aspecto crucial de esta movilización es la apertura a la unión. Unión de Uniones ha extendido su invitación a otras organizaciones agrarias y cooperativas, buscando consolidar un frente común que amplifique sus voces. Hasta el momento, la respuesta sigue en espera, pero la esperanza de un respaldo masivo persiste.
Este 21 de febrero, Madrid se convertirá en el epílogo de un mensaje que resuena más allá de sus campos: la necesidad imperante de repensar las políticas agrarias desde la justicia, la equidad y, sobre todo, con un profundo respeto hacia quienes alimentan al país.
