La Unión Europea (UE) ha decidido el lunes extender de manera definitiva la suspensión sobre aranceles y cuotas a las importaciones provenientes de Ucrania por un año más. Esta medida, que se extenderá desde el 6 de junio hasta el 5 de junio de 2025, se implementó como forma de apoyo a Kiev frente a la agresión rusa.
El apoyo es vital para la economía de Ucrania debido a la devastación causada por el conflicto ruso no provocado, aseveró el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y titular de Comercio, Valdis Dombrovskis. Esta prolongación de la suspensión de aranceles garantizará que los productos ucranianos sigan circulando, atendiendo al mismo tiempo las inquietudes del sector agroalimentario europeo.
Dombrovskis mencionó que la nueva prórroga incluye ciertas medidas de salvaguarda para proteger productos europeos, principalmente agrícolas. Estas medidas entrarán en vigor en caso de que las importaciones ucranianas libre de tarifas generen problemas en los mercados locales de la UE, una preocupación expresada por algunos estados miembros en los últimos meses.
Las importaciones de la UE desde Ucrania totalizaron 22.800 millones de euros en 2023, en comparación con los 24.000 millones en 2021, justo antes de la guerra que estalló en 2022. Esta cifra demuestra que, a pesar del conflicto armado, el comercio de productos ucranianos ha logrado mantenerse relativamente estable.
Según lo aprobado por la UE, la Comisión puede actuar rápidamente e imponer medidas necesarias ante una eventual perturbación significativa en el mercado de la UE o mercados de uno o más estados miembros como consecuencia de las importaciones ucranianas.
Como parte del plan de refuerzo para proteger a agricultores de los Veintisiete (el nombre informal para la UE), la Comisión puede activar un «freno de emergencia» para productos agrícolas sensibles como aves de corral, huevos, azúcar, avena, grañones, maíz y miel. Ante una sobrecarga de estas importaciones, los aranceles se podrían volver a imponer.