El último tramo legislativo de la Unión Europea (UE) fue, sin lugar a dudas, un emocionante y vertiginoso avance en términos de conservación y protección ambiental. Aprobó una ley histórica que, por primera vez, no solo exige a los estados miembros proteger la naturaleza, sino también restaurarla. Esta decisión monumental se produjo tras una procesamiento complejo, con giros sorprendentes hasta el final.
La normativa llega con un giro de última hora, Austria inclina la balanza tras pasar Viena al bando del «sí», logrando que el Consejo de la UE alcance por la mínima la mayoría cualificada necesaria: un 66,07 % de la población de la UE, justo por encima del 65% requerido. Esta votación fue vital, ya que el reglamento ya estaba negociado y pactado entre los estados, y también con el Parlamento Europeo.
El comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, instó a dejar atrás las ideologías y trabajar en conjunto. A este llamado se sumaron otros países como Grecia, Alemania y Dinamarca. Por otro lado, la ministra austríaca de Medioambiente, la ecologista Leonore Gewessler, expresó su compromiso con la preservación de la naturaleza.
La Ley de Restauración de la Naturaleza es una iniciativa de la Comisión Europea presentada en junio de 2022, cuyo objetivo es reparar al menos el 20 % de los ecosistemas degradados en 2030 y todos ellos para mitad de siglo, incluidas las tierras de cultivo. Esta legislación europea busca sintonizar con los acuerdos internacionales sobre biodiversidad ratificados por las Naciones Unidas.
A pesar de los desafíos enfrentados, la Ley de Restauración de la Naturaleza se mantuvo firme, logrando superar una serie de votaciones agónicas en el Parlamento Europeo. Esta normativa establece obligaciones importantes como corregir la disminución de polinizadores, recuperar un porcentaje de terreno de turberas para uso agrícola, no reducir espacios verdes urbanos y eliminar barreras artificiales en los ríos de la UE.
La aprobación de esta ley es un hito en el marco ambiental de la UE y muestra el compromiso de esta entidad con la preservación y restauración de la biodiversidad en una época donde la emergencia climática es cada vez más palpable. Sin duda, el paso tomado por la UE sirve de inspiración a la hora de tratar con políticas de protección y restauración medioambiental.