La Cooperativa Olivarera de Los Pedroches (Olipe), con sede en Sierra Morena, Córdoba, ha hecho de la innovación su insignia. Han llevado el aprovechamiento de la aceituna a nuevos terrenos, explorando su uso no sólo para la producción de aceite de oliva ecológico, sino para generar subproductos de interés para otros sectores como el cosmético y el de fabricación de compost para los sembrados a partir del bio-residuo generado durante el proceso de prensa. Incluso han llegado a desarrollar pequeños recipientes de plástico con el hueso de la aceituna, todo con el fin de lograr un aprovechamiento integral de la aceituna.
Este camino de diversificación ecológica empezó en los años 90 con la visión de los socios de Olipe de ver una oportunidad en olivar ecológico. Una visión que no sólo beneficiaría a la propia olivarera, sino que también aportaría un importante diferencial en el mercado en comparación con el olivar convencional, tal y como afirma Jesús García Arévalo, director de Olipe.
Uno de sus proyectos más destacados es el denominado OrganOlipe, que se fundamenta en la premisa de que «todo lo que sale del olivo, vuelve al olivo». Mediante este proyecto, transforman el residuo orgánico que origina la almazara en un abono orgánico con unas características óptimas para fertilizar el olivar. Sin embargo, no se quedan ahí, además del compost, han desarrollado el proyecto GoOliva para valorizar el hueso de la aceituna, utilizando este en la fabricación de bioplásticos.
La calidad de su aceite de oliva y la gran cantidad de polifenoles que contiene, superando a los de los aceites convencionales, han llevado a Olipe a establecer colaboraciones con importantes multinacionales como L’Oréal. Pero la ambición de la olivarera va aún más allá. Recientemente han firmado un acuerdo con Alltech Crop Science Iberia para potenciar la sostenibilidad del olivar de media montaña a través de una estrategia multidisciplinaria que englobe desde la investigación de los suelos hasta la comercialización del aceite de oliva producido en Olipe.
Aunque el camino no ha sido fácil, enfrentándose a retos como la sequía o la falta de trabajadores, el esfuerzo de Olipe en la búsqueda de soluciones sostenibles para la actividad olivarera, la ha convertido en un referente de innovación ecológica en el sector.