Un avance significativo en la agricultura de Uruguay se presentó la semana pasada: el Plan Nacional de Agricultura Familiar. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado que este plan representa un pilar fundamental para la transformación de los sistemas agroalimentarios de forma eficiente e inclusiva, además de ser resiliente y sostenible.
Mario Lubetkin, representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, destacó este plan a través de un videomensaje. Aseguró que la agricultura familiar está en el nivel más alto de las agendas de desarrollo de las Naciones Unidas. Lubetkin también aplaudió el esfuerzo del gobierno uruguayo por resaltar el papel de las mujeres y la juventud rural en la implementación del plan, generando una mayor equidad e inclusión en América Latina y el Caribe. Insinuó que el enfoque integral de Uruguay podría servir de guía para otras regiones.
En la actualidad, 80.000 personas están relacionadas con la agricultura familiar en Uruguay. De hecho, el 29% del empleo en el sector agropecuario se dedica a este tipo de producción. El Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos, señaló que casi la cuarta parte de la producción ganadera proviene de explotaciones familiares. Sin embargo, aclaró que no se trata solo de un tema económico, sino que estas explotaciones son una salvaguarda de los interés culturales y sociales del país formando parte de la trama rural que define la identidad nacional.
En cuanto a los desafíos, Mattos señaló que estas explotaciones a menudo son las más golpeadas por dificultades sanitarias o climáticas, por lo que el apoyo del Estado es fundamental. El Plan, además, contempla asuntos como la formación digital con el objetivo de reducir las brechas de oportunidades que puedan tener estas familias.
Echoing his comments, la directora general del Ministerio, Fernanda Maldonado, resaltó que el documento incluye más de 50 medidas, entre las que destacan las relacionadas con la financiación, la comunicación o la salud de estas familias rurales. Con estas medidas, se quiere evitar que las nuevas generaciones abandonen el campo y prevenir la concentración de tierras. Maldonado concluyó reflexionando sobre la vida en la ruralidad y sus dificultades, como el acceso a servicios médicos o educativos.