Según las recientes estadísticas de la asociación Aecoc, los grandes establecimientos de distribución en el área de alimentos e higiene en España están mejorando su eficacia en la reposición de productos agotados. En comparativa con el primer semestre de años anteriores, el tiempo medio de espera para la reposición es ahora de 2,7 días, destacándose como uno de los más bajos a nivel mundial.
Los supermercados en España están marcando un precedente en la recuperación de existencias, superando a países como Estados Unidos, que cuenta con un tiempo medio de reabastecimiento de 4,3 días, Francia con 4,1 días, y Gran Bretaña con 3,7 días. Esta mejora en la eficacia de la distribución es significativa y ha sido posible gracias a la colaboración entre Aecoc y Nielsen, dos entidades respetadas en el mundo del comercio y la investigación de mercados.
Los datos recopilados por estas entidades muestran un crecimiento en la disponibilidad de productos en el primer semestre del año. Se destacan categorías como la pastelería y bollería industrial, yogures y cereales, donde los ratios de disponibilidad han alcanzado niveles sobresalientes. En contraparte, la cerveza, la leche y el agua son productos que aún no alcanzan el promedio de disponibilidad.
La relevante mejora de estas cifras se ha reflejado en las preferencias de los clientes, con una alta aceptación de la industria de la droguería y perfumería (98,1%), productos frescos (98%) y alimentación envasada (97,6%) que demuestran una gran eficacia en sus tiempos de reabastecimiento. Sin embargo, existe un reto en el área de bebidas, con una disponibilidad de tan sólo del 92,2%, lo que significa que hay espacio para mejorar en este sector.
Este aumento en la velocidad y eficacia en la recuperación de existencias es un indicativo del dinamismo y adaptabilidad del comercio minorista español. El constante trabajo de las empresas de gran consumo y su empeño por mejorar los servicios de distribución es un factor crucial en el fortalecimiento de este sector. Además, estos datos sugieren que el sistema de distribución de alimentos e higiene en España está bien preparado para enfrentar las fluctuaciones de demanda, brindando un servicio de calidad que se refleja en la satisfacción de sus clientes.