El consumo de pescado y productos del mar experimenta un incremento significativo en España durante el periodo veraniego, un fenómeno motivado por los turistas, las especies de temporada para asar al aire libre, como las sardinas, y los productos frescos y de conveniencia, fáciles de cocinar y de servir.
Los datos provienen de las asociaciones de empresas de gran consumo y pescaderías tradicionales, que indican un incremento en las ventas de productos marítimos y de la acuicultura, en especial en las costas y en las islas, impulsado por el buen comportamiento de la hostelería.
Sin embargo, en el interior del país, las ventas experimentan un descenso. Este fenómeno se ha agravado en comparación con otros años debido a factores como el efecto de la ola de calor en las ganas de cocinar, y a una tendencia descendente general en la compra de pescado en España. Pero tanto Aecoc, la asociación de empresas de gran consumo, como Fedepesca, la federación que agrupa a las pescaderías tradicionales, confían en que la actual campaña veraniega, con un crecimiento del turismo, pueda revertir esa bajada global del consumo pesquero.
Como prueba de este ascenso veraniego, en localidades como Algeciras y Valencia las ventas durante el mes de julio se han elevado en un 40% por encima de la media mensual habitual, impulsadas por el turismo familiar de alquiler vacacional. Este incremento es especialmente significativo en las zonas costeras de Andalucía, Galicia y la Comunidad Valenciana.
Por otro lado, las pescaderías de Cataluña registran aumentos de ventas en la costa, pero en las ciudades caen un 30 %. Fedepesca atribuye también la bajada urbana a la ola de calor, pues con un exceso de temperatura se tiende a cocinar o freír menos.
Durante el verano, se constata un ascenso en el despacho de productos de temporada como el bonito, el atún, las sardinas, los boquerones y las anchoas, así como especies idóneas para barbacoas. Además, se impulsa la venta de productos con restauración y culinaria rápida y sencilla.
Finalmente, parece que el verano podría ayudar a remontar las cifras de consumo de pescado, al menos de «especies clave» y propias de estas fechas. No obstante, la época decisiva para conocer los ingresos anuales de los minoristas pesqueros será la Navidad.