El catedrático emérito de Salud Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, ha manifestado su «optimismo» respecto a la evolución de la gripe aviar en Aragón. Según sus declaraciones, el número de aves muertas se encuentra en descenso, principalmente en grullas y otras aves migratorias, y hasta el momento, el virus no ha afectado a las explotaciones avícolas de la región, a diferencia de otras comunidades autónomas.
Estas afirmaciones surgieron tras una reunión con el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Rincón, y otros representantes del sector avícola, donde se discutieron las medidas adoptadas frente a la amenaza de la influenza aviar. Más de 500 aves han sido encontradas muertas en diversos puntos de Aragón, pero Badiola destacó la efectividad de las acciones implementadas por el Gobierno autonómico, entre las que se incluye la prohibición de crianza de aves de corral al aire libre.
Medidas de prevención efectivas
Badiola señaló que las directrices a seguir están «muy protocolizadas» a nivel europeo. Aunque la gripe aviar es un problema global causado por el virus H5N1, que afecta a todos los continentes, las medidas adoptadas en Aragón están demostrando ser efectivas. A pesar de la situación, el especialista manifestó que «no hay riesgo» al consumir productos avícolas, dado que el virus aún no ha llegado a las explotaciones. En caso de detectarse algún positivo, las granjas estarían obligadas a informar a las autoridades, garantizando que «nada llegará al consumo».
Además, el H5N1 es «muy termolábil», lo que significa que no resiste temperaturas superiores a 70 grados. Así, una vez el pollo se cocina adecuadamente, «el virus ya ha desaparecido». La situación en España es consecuencia de la migración de aves, principalmente grullas y otras especies acuáticas, que cruzan desde Escandinavia hasta África, deteniéndose en la península para alimentarse y descansar.
Vigilancia continua y protocolo ante positivos
A pesar de la disminución en el número de animales muertos, Badiola subrayó la necesidad de mantener la vigilancia. Este virus representa un riesgo hasta que se logre evitar su propagación a las explotaciones. Aún no se han reportado casos humanos en Aragón, lo que es una «buena noticia».
Ramón Llovet, del Centro de Sanidad Avícola de Aragón y Cataluña (CESAC), explicó que ante cualquier incremento de mortalidad o síntomas de enfermedad, los veterinarios envían muestras para descartar la gripe aviar. En caso de un positivo, el reglamento exige el sacrificio de todos los animales, así como la destrucción de materia contaminante y la desinfección exhaustiva de las instalaciones.
Situación actual y previsiones futuras
Por su parte, el consejero Javier Rincón reiteró que Aragón no cuenta con ningún foco activo de gripe aviar. La reunión sirvió para analizar las medidas actuales y prever posibles escenarios. Aseguró que las medidas establecidas son suficientes y añadió que hasta el momento, el sector no ha solicitado actuaciones adicionales. Sin embargo, se encuentra preparado para actitudes rápidas si la situación cambia.
Las medidas en vigor comprenden, además de la prohibición de crianza al aire libre, la restricción en el uso de patos y otras aves para señalización, así como el tratamiento del agua para evitar el contacto con aves silvestres. La protección de los depósitos de agua y la prohibición de concentraciones de aves en eventos al aire libre son parte de las estrategias preventivas en la región.








