Las cotizaciones del aceite de oliva experimentan una caída del 20%
La economía de los productores de aceite de oliva ha sido sacudida con la repentina caída en las cotizaciones. Observamos que el precio del aceite de oliva ha sufrido una disminución de alrededor del 20% en origen desde sus altos históricos alcanzados a comienzos de este año, a causa de un incremento inesperado en la producción, concretamente en España.
El aceite de oliva virgen extra de la variedad picual experimentó una disminución de precio del 20,7% en comparación con mediados de enero, cuando se registró un precio récord de 8,98 euros por litro, según Infaoliva, el observatorio de precios. Este martes el mismo aceite cotizaba a 7,12 euros por litro. Por otro lado, el aceite de oliva virgen de esta variedad tiene un precio de 6,51 euros por litro, un 22,1 % menos desde enero, mientras que el aceite lampante ha sufrido una caída del 23,9%.
El sistema de información de precios en origen Poolred indica que en términos generales, el aceite de oliva se comercializa actualmente a 7 euros por litro.
Mientras tanto, los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confirman una tendencia descendente en todas las categorías de aceite de oliva durante las últimas cinco semanas. Sin embargo, cabe mencionar que el precio medio del aceite de oliva ha aumentado un 61,7% en comparación con la última temporada, a pesar de las últimas bajadas.
Este escenario de depreciación de los precios surge en un contexto en que la producción de aceite de oliva ha superado las expectativas iniciales para la totalidad de la campaña 2023-2024 y ha alcanzado 831.000 toneladas acumuladas hasta febrero. Según estima el Ministerio, la producción de aceite de oliva alcanzará finalmente las 845.000 toneladas en esta temporada, un incremento del 27% con respecto a la anterior. Previsiones indican que el consumo interno se situará alrededor de las 400.000 toneladas, superando las 363.579 toneladas de la pasada campaña.
Además, se debe mencionar que las precipitaciones de marzo aportaron un alivio temporal a la situación de sequía en Andalucía, región española con mayor superficie de olivar.
