El pasado periodo ha sido intenso en el ámbito agroalimentario español. De especial relevancia ha sido la participación del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la reunión informal de sus homólogos de la Unión Europea. Durante su visita, destacó su posición crítica con respecto a la actuación de ciertos partidos políticos, a los que acusó de dificultar la respuesta a las protestas de los agricultores y de estar enfocados exclusivamente en sus campañas electorales.
Planas también subrayó las 43 medidas presentadas por su ministerio a las organizaciones agrarias, que ha declarado son una respuesta a las solicitudes que estas entidades han dirigido al gobierno.
Pero la política no fue lo único relevante en la actualidad agroalimentaria. En lo que respecta a la economía, se ha observado que la inflación en alimentos y bebidas se moderó hasta un aumento del 4,3% interanual en marzo. Se percibió una disminución en los precios de legumbres y hortalizas, pero un incremento en el costo de la carne. Este panorama fluctuante se tradujo también en la bajada del precio de la leche, frutas en conserva y frutos secos, mientras que se encarecieron los aceites, frutas y la carne de cordero.
Movimientos significativos en lo social incluyeron manifestaciones por los trabajadores asalariados del sector agrario. Convocadas por los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), estas protestas congregaron a miles de personas frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Sus demandas se centran en la adecuación de las condiciones laborales y una participación más activa en el diálogo social, particularmente en lo que se refiere a la reliquidación de convenios y la garantía del salario mínimo interprofesional.
Finalmente para la fermentación española del vino, en la que Pedro Ferrer fue electo presidente, han resaltado que los cambios climáticos presentan retos significativos para el sector. Estos desafíos, opinan, requieren de una respuesta ágil desde las bodegas y viticultores para poder adaptarse y sobrevivir. Además, Ferrer ha solicitado el apoyo del Ministerio de Agricultura a la defensa del consumo moderado de vino, en vista de los planes de reducción de su consumo promovidos por el Ministerio de Sanidad.
El escenario agroalimentario nacional continúa siendo un crisol de acontecimientos y tendencias que diagnostican un futuro interesante para el sector.