En un esfuerzo por combatir los efectos del cambio climático y preservar la variedad de uva autóctona, la tinta tempranillo, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja ha tomado la iniciativa de implementar un proyecto de viticultura inteligente. Esta iniciativa está orientada a brindar a los viticultores y bodegas las técnicas de cultivo más eficaces que permitan mitigar los impactos del cambio climático.
El proyecto denominado ‘Datadoc’, financiado conjuntamente por el Fondo Social Europeo Agrario de Desarrollo Rural, el Ministerio de Agricultura, y el Gobierno de La Rioja, lleva en marcha desde hace dos años. Con un presupuesto aprobado de 219.346 euros, el proyecto cuenta con la valiosa aportación del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) y el Servicio de Investigación Agraria y Sanidad Vegetal de La Rioja.
Este emprendimiento se centra particularmente en estudiar el comportamiento del viñedo de la uva tempranillo ante las implicaciones del cambio climático. La tinta tempranillo ocupa una superficie de 52.147 hectáreas en Rioja, representando el 80% de la uva tinta de esta Denominación, que se extiende por casi 66.000 hectáreas entre La Rioja, el País Vasco y Navarra.
En el marco de ‘Datadoc’ se están desarrollando estrategias específicas enfocadas en el uso de diferentes tipos de suelos y la elevación de la altitud de plantación, entre otras variables, para ayudar a adaptar los viñedos de la DOCa Rioja a las condiciones climáticas cambiantes.
Las técnicas de inteligencia artificial están siendo empleadas para desarrollar modelos predictivos basados en datos agronómicos históricos. Hasta el momento, se ha logrado predecir con una precisión del 95% el momento de floración, el cierre del racimo y la madurez de los viñedos de tempranillo.
El Consejo Regulador de la DOCa Rioja reconoce el desafío que representa el cambio climático para el cultivo de la vid y se ha propuesto trabajar con anticipación para mitigar sus impactos, manteniendo la esencia de los vinos de la denominación y la confianza de los consumidores. Sin duda, las conclusiones finales de esta ambiciosa apuesta por la viticultura inteligente prometen ser reveladoras para el futuro de la viticultura en la DOCa Rioja y más allá.