Es evidente que los debates culinarios raramente se resuelven pacíficamente en las redes sociales. Sin embargo, una reciente disputa online entre Valencia e Italia ha demostrado ser una excepción sorprendentemente graciosa a la regla.
La controversia inició cuando Francesco Aquila, ganador de Master Chef Italia 2021 y cocinero aclamado a nivel internacional, presentó su versión de una «auténtica paella valenciana» en un vídeo de las redes sociales. Lamentablemente, Aquila optó por ingredientes como gambas, almejas, guisantes, e incluso chorizo, lo que desató la ira de los guardianes de la autenticidad culinaria valenciana.
En respuesta a lo que consideraron una apropiación fuera de forma de su plato más famoso, el dúo cómico valenciano conocido como ‘jajajers’ decidió actuar. Este par de comediantes, armados con cámaras y una actitud costumbrista, crearon su propio vídeo cocinando su versión de la «vera pizza italiana», y los resultados fueron tan desacertados como hilarantes.
El giro sorprendente de la trama vino cuando Aquila manejó la situación con gran deportividad en lugar de enfadarse. El chef contactó con ‘jajajers’ y solicitó una lección sobre la auténtica receta de paella valenciana.
De hecho, esta colaboración culinaria llegó a nuevos destinos cuando Aquila viajó hasta Valencia y se puso manos a la obra junto a los ‘jajajers’ y Juan Carlos Galbis, primer chef valenciano poseedor de una Estrella Michelin. En un ambiente de camaradería y aprendizaje mutuo, todos colaboraron para elaborar una auténtica paella valenciana.
El resultado fue un vídeo tutorial que ha arrasado en Instagram y YouTube, capturando el corazón de los amantes de la comida de todo el mundo. Más allá del humor y la controversia, este intercambio de recetas representa un paso más hacia el mayor entendimiento y apreciación de la diversidad culinaria. Gracias a este amistoso ‘rivalidad’, la verdadera ganadora es la comida y los paladares de los amantes de la gastronomía global.
Finalmente, Aquila ha extendido una invitación a los ‘jajajers’ para visitar Italia y aprender a preparar la «vera pizza italiana». Esta anécdota curiosa demuestra que, aunque las diferencias culinarias pueden ser amplias y a veces contenciosas, hay siempre espacio para el humor, el respeto y la comprensión.