Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han revelado en la revista Nature Communications el mecanismo evolutivo que utiliza el hongo patógeno Fusarium oxysporum, responsable de afectar a más de 150 cultivos agrícolas y causar importantes pérdidas económicas. Este hallazgo es crucial para entender cómo el hongo se adapta a nuevos ambientes y huéspedes, siendo los transposones, o “genes saltarines”, los protagonistas de esta adaptación.
El equipo, liderado por el catedrático Antonio Di Pietro, ha identificado las estrategias que permiten al hongo variar su genoma. “Al principio no comprendíamos cómo Fusarium podía presentar tal variabilidad”, señala Di Pietro. A través de un estudio, la investigadora principal Cristina López y sus colegas lograron descubrir que al aplicar presión de selección en un medio de cultivo, surgieron mutaciones espontáneas, y solo las más beneficiosas fueron seleccionadas.
Mecanismos genéticos de adaptación
La investigación incluyó la secuenciación del genoma del hongo en colaboración con un equipo estadounidense. Sorprendentemente, los cambios no se debieron solo a modificaciones en nucleótidos, como se había documentado anteriormente, sino que la movilidad de los transposones era la principal responsable de las mutaciones. “Se sabía que Fusarium contenía transposones, pero no que eran tan activos”, explica Di Pietro. En concreto, estos transposones generaron más del 70% de las mutaciones observadas.
El genoma de Fusarium oxysporum se divide en dos regiones: una central, estable y conservada; y otra accesoria, que contiene cromosomas específicos de cada cepa y sufre cambios rápidamente. Este último compartimento, donde los transposones son abundantes, resulta esencial para la rápida adaptación del hongo. A pesar de que la lógica sugiere que la adaptación aumentaría la letalidad del hongo, los resultados del experimento mostraron que el hongo se volvía menos virulento en las condiciones de cultivo, creciendo más rápido y produciendo más esporas, pero siendo menos agresivo en la planta.
Implicaciones del hallazgo
El descubrimiento podría tener aplicaciones en la agricultura. Las cepas adaptadas a cultivos donde se busca un crecimiento rápido y baja agresividad podrían ayudar a neutralizar las variantes más agresivas del hongo en las plantas, ofreciendo una vía prometedora para el manejo de esta amenaza agrícola. Además, este avance abre nuevas líneas de investigación sobre los transposones en otros organismos, atraído la atención de diversos equipos científicos que trabajan con hongos similares.