En una noticia reciente que marca un hito en la política agrícola de la Unión Europea, el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca ha dado un paso adelante hacia la simplificación de la Política Agraria Común (PAC). Estas reformas, largamente esperadas, prometen flexibilizar los requisitos para los agricultores y ganaderos, impactando positivamente en las explotaciones más pequeñas. La agilidad y la adaptación son la clave en este nuevo enfoque que pretende no solo agilizar los procedimientos sino también responder de manera más eficaz a las necesidades actuales del sector agrícola.
Luis Planas, ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha subrayado la importancia de este avance, enfatizando el magnífico trabajo realizado por la Presidencia belga en este proceso. La propuesta de la Comisión, presentada recientemente, ha sido acogida favorablemente por el Consejo, que ve en ella un equilibrio perfecto entre simplificación y eficacia. Para Planas, la premura en la aprobación de estas medidas es fundamental, mayormente debido a que el sector se encuentra en un momento crítico, con las siembras de primavera ya en curso y la campaña de solicitud de la PAC en pleno desarrollo.
Entre los cambios propuestos, España ha sido particularmente activa en abogar por la aplicación retroactiva desde el 1 de enero de 2024 de ciertas modificaciones, especialmente en lo concerniente a la condicionalidad. Esto implicaría ajustes en las normas de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM), tales como la cobertura mínima del suelo, la rotación de cultivos y las superficies no productivas. La simplificación de otras medidas, como las fotos georreferenciadas y la promoción, también ha sido un tema de discusión, dada su relevancia para facilitar la labor de los beneficiarios.
Además, un aspecto que despierta particular interés es el cambio normativo sobre la Cadena Alimentaria y Prácticas Desleales. España celebra los esfuerzos de la Comisión por mejorar la posición de los productores en la cadena alimentaria, alineándose con la legislación española en este aspecto y yendo incluso más allá en ciertos requerimientos. Este enfoque no solo busca garantizar una remuneración justa por los productos agrícolas sino también fomentar prácticas comerciales justas a nivel transfronterizo, aspecto crucial para potencias exportadoras como España.
Luis Planas ha resaltado la necesidad de armonizar la legislación a nivel comunitario, considerando la directiva sobre prácticas comerciales desleales como un futuro pilar fundamental de la PAC. La convergencia legislativa en este terreno se ve como un medio indispensable para reforzar la posición de agricultores y ganaderos en el mercado, asegurando así una competitividad justa y sostenible para el sector agrario europeo.
