El Gobierno prepara una defensa cerrada del sector pesquero ante el plan de la Comisión Europea para recortar la Política Pesquera Común (PPC). En su comparecencia en la Comisión de Agricultura y Pesca del Congreso, el ministro Luis Planas advirtió de que el ajuste propuesto compromete la estabilidad del sector y la renovación de la flota. La dotación planteada cae a un tercio del marco anterior: de unos 6.000 millones de euros a 2.000 millones.
Planas calificó estos recortes de “absolutamente injustificados” y anticipó una negociación compleja en Bruselas. España, primer país pesquero de la Unión Europea, pondrá el acento en preservar la rentabilidad de las explotaciones y en recuperar días de faena para la flota.
El Ministerio hará de “aumentar los días de pesca disponibles” su prioridad en las próximas conversaciones europeas, según subrayó el titular de Pesca. “Este va a ser el objetivo de España en esta negociación”, remarcó.
Recortes en la PPC
El borrador comunitario rebaja de forma sustancial los recursos para el sector. El salto de 6.000 a 2.000 millones de euros, según Planas, no permite asegurar los objetivos de estabilidad ni la modernización que exige una flota del siglo XXI. El ministro habló de una “gran tarea” por delante para revertir el planteamiento y ajustar la futura PPC a las necesidades reales.
El Gobierno sostiene que el volumen de fondos condiciona directamente la capacidad de inversión en seguridad, eficiencia energética, digitalización y relevo generacional. Con menos margen financiero, argumenta, se frena la renovación de buques y la adaptación a exigencias ambientales cada vez más estrictas.
Planas pidió prudencia en el avance de las conversaciones, pero dejó claro que España defenderá un marco financiero “acorde con el peso del sector” y compatible con los compromisos de sostenibilidad.
Rentabilidad y sostenibilidad
El ministro recalcó que el sector ha realizado un esfuerzo sostenido en la última década en términos ambientales. La flota española opera con el objetivo de rendimiento máximo sostenible, que busca equilibrar resultados económicos y conservación de los caladeros. “Es fácil de decir y difícil de hacer”, admitió, en referencia a la aplicación práctica.
Con ese bagaje, el MAPA quiere que la revisión de la PPC “ponga el acento en la rentabilidad”. “Se ha avanzado en sostenibilidad y ha sido positivo, pero ahora debemos recuperar elementos que garanticen la rentabilidad”, defendió. El mensaje: mantener la protección del recurso sin desatender la viabilidad de las empresas y del empleo en las zonas costeras.
Planas incidió en que España “lleva cinco años remando a contracorriente” y reclamó flexibilidad regulatoria allí donde los datos científicos lo permitan, sin comprometer la salud de los caladeros.
Negociación de diciembre
El Ministerio analiza ya la posición española ante el Consejo de Ministros de Pesca de diciembre, donde se fijarán cuotas y Totales Admisibles de Capturas (TAC). El objetivo es maximizar los días de actividad y, si es posible, incrementarlos el próximo año, precisó el ministro.
Ese debate incluirá, además de las posibilidades de pesca por especie, la evaluación de medidas técnicas y limitaciones temporales. España buscará un encaje que reconozca las especificidades de sus pesquerías y el esfuerzo de gestión realizado por el sector.
Mediterráneo en el foco
La situación del Mediterráneo estará sobre la mesa en la misma cita. Planas avanzó que España propondrá ajustes para ganar operatividad sin deteriorar la conservación de los caladeros. La prioridad pasa por introducir mejoras que permitan más días de mar cuando los indicadores biológicos lo avalen.
El ministro cerró su intervención con un aviso a Bruselas: cualquier reforma de la PPC que nazca con un déficit financiero tan acusado dificulta cumplir los objetivos ambientales, sociales y económicos. España aspira a corregir ese sesgo en la negociación y a blindar la continuidad de una actividad estratégica para su economía azul.








