La industria del cacao está en un apogeo agridulce. En la quinta edición de la Conferencia Mundial del Cacao, las autoridades e importantes figuras del sector han reclamado un ajuste en los ingresos de los pequeños productores y una futura subida de precios. Lo ven como un paso necesario para convertir al cacao en una industria más sostenible.
En su intervención durante la conferencia, la reina Matilde de los belgas enfatizó en la necesidad de un abordaje a dos caras. Por un lado, está la importancia de propiciar una remuneración justa para los pequeños productores del cacao, y por otro, se encuentran los desafíos para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Palabras que denunciaban una injusta distribución de los ingresos en la cadena del cacao, con los productores, quienes se llevan entre el 7 y el 10% del valor final, y los intermediarios llevándose más del 90%.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, respaldó el compromiso de la Unión Europea con el libre comercio del cacao y sus productos. Además, planteó la importancia de establecer regularmente un cumplimiento estricto de las normas de deforestación y responsabilidad ambiental, y los derechos humanos en todas las etapas de la cadena de suministro del cacao.
Sin embargo, no quedó atrás la relevancia del tema de la remuneración. Estableció claramente que la «UE está dispuesta a comprometerse aún más» para mejorar la relación de inversión con productores clave como Ghana y Costa de Marfil. El énfasis en la importancia de avanzar hacia un modelo de cacao sostenible fue destacado por la comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, quien señaló que ya se estaban consiguiendo «avances significativos» gracias a la Iniciativa Europea para el Cacao Sostenible.
La actual coyuntura del mercado del cacao se consideró una «oportunidad» de la mano del embajador español en Costa de Marfil y presidente del consejo de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), Rafael Soriano Ortiz. Mientras que en representación de América Latina, el viceministro de Agricultura y Ganadería de Ecuador, Álvaro Esteban del Hierro, llamó a abordar la situación del mercado del cacao con visión a largo plazo.
Para finalizar, el ministro de Comercio e Industria de Costa de Marfil, Souleymane Diarrassouba, ilustró cómo la baja remuneración de los productores africanos se ha convertido en una «barrera» a la hora de invertir en técnicas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En Costa de Marfil, donde el cacao representa un considerable porcentaje de sus exportaciones, la necesidad de inversión en sostenibilidad es cada vez más urgente. Es claro que, en esta quinta edición de la Conferencia Mundial del Cacao, el diálogo se centró en asegurar la sostenibilidad y la equidad en la cadena de suministro del cacao.