El espectro de la desinformación alimentaria ha aumentado su presencia en las redes sociales, impulsado por prácticas como el uso del denominado «marketing del miedo». Este fenómeno, que se basa en la difusión de mensajes cargados de temor y demonización hacia alimentos, marcas o cadenas, preocupa seriamente a diversos expertos en la materia como el catedrático y divulgador científico, José Miguel Mulet.
Mulet denuncia la prevalencia de tácticas alarmistas en la comunicación alimentaria en línea, y enfatiza la importancia de tener consciencia sobre qué nos venden, qué no explican, qué temor quieren difundir y a quién quieren demonizar en los espacios de las redes sociales.
Paralelamente, la profesora e investigadora norteamericana Marion Nestlé ratifica esta visión y advierte sobre la necesidad de etiquetar sus opiniones personales «como comentarios», diferenciándolos claramente de informaciones objetivas y basadas en evidencias científicas. También hace énfasis en que sus participaciones online están estrictamente vinculadas a la política alimentaria.
Un estudio reciente del IAB Spain revela que el 61% de los consumidores encuestados confía en las recomendaciones de amigos, familiares o personas influyentes en plataformas sociales. Este dato subraya la creciente influencia de las redes en el panorama alimentario y la importancia de una divulgación responsable y basada en hechos contrastados.
En una línea similar, el agricultor estadounidense Lee Jones, que cuenta con más de 100.000 seguidores en Instagram bajo el nombre «The Chef’s Garden», recalca la importancia de ser auténtico, transparente y honesto en la presentación de contenidos agrícolas. Este, considera que una narración interesante, instructiva y veraz sobre las prácticas agrícolas puede ser una vía efectiva para educar al consumidor sobre la realidad de los alimentos y la agricultura.
Las recomendaciones de los expertos convergen en un punto fundamental: la necesidad de fomentar el pensamiento crítico y la verificación de la información en el vasto ecosistema de las redes sociales. Se subraya la importancia de prestar atención a las fuentes de la información, el reconocimiento de las diversas perspectivas y la abstención de utilizar un lenguaje incendiario.
Finalmente, se invita a los usuarios a mantenerse alerta ante las fuentes sesgadas que promueven una agenda particular y a verificar de forma independiente la información basándose en fuentes creíbles y autores de reputación reconocida.
