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Cómo la independencia de las comunidades de regantes ayuda a combatir la contaminación política del agua, explica Fenacore

En el actual panorama de gestión de recursos hídricos, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) se erige como un baluarte en la defensa de la gestión autónoma y eficiente del agua, evitando su politización y optimizando su uso. La entidad, en su último informe, destacó cómo su modelo de actuación ha permitido sortear múltiples conflictos alrededor de este vital recurso, posicionando a las comunidades de regantes no solo como administradores, sino también como mediadores en un ámbito cada vez más tensionado por el cambio climático y la consiguiente escasez hídrica.

La independencia de las comunidades de regantes figura como pilar fundamental para una distribución justa y pragmática del agua. Este modelo se desmarca notablemente de las influencias políticas que, en muchas ocasiones, conducen a una gestión subóptima de los recursos. Fenacore, a través de sus prácticas, ha demostrado que la autonomía en la gestión es sinónimo de eficiencia y equidad, permitiendo adaptarse a las necesidades específicas de cada zona sin dejar de lado la sostenibilidad ambiental.

Otro aspecto a destacar, según la federación, es el mecanismo de autofinanciación que han implementado muchas de estas comunidades. No solo se encargan de la distribución equitativa, sino también de la recolección de fondos para el mantenimiento y operación de las infraestructuras hídricas, demostrando un modelo de gestión eficaz que podría ser replicado en otras regiones.

Entre las recomendaciones para fortalecer aún más este sector, Fenacore sugiere:

1. Incrementar el tamaño y capacidad de las comunidades de regantes, facilitando la gestión de recursos a mayor escala.
2. Potenciar la colaboración entre distintas comunidades para compartir mejores prácticas y tecnologías.
3. Fomentar la relación público-privada para asegurar inversiones en mejoras tecnológicas y de infraestructura.

El trabajo de Fenacore y sus asociados ha sido reconocido no solo a nivel nacional, sino también internacional, gracias a su enfoque progresista y sustentable en la gestión del agua. Su modelo permite afrontar con garantías el desafío del cambio climático, promueve la seguridad alimentaria y contribuye al desarrollo sostenible de las regiones regadas. La independencia, la equidad y la transparencia son las claves que han convertido a las comunidades de regantes en un ejemplo a seguir en la gestion del agua, un recurso cada vez más escaso y valioso.

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