En un país donde las palabras de los políticos suelen generar menos ruido que el motor de un Lamborghini, Pedro Sánchez ha logrado que esta vez ambas cosas se encuentren en la misma frase. Durante su reciente discurso, el presidente del Gobierno, en su afán por impulsar la movilidad sostenible y gravar a los más ricos, soltó la perla que más ha resonado en los últimos días: «Más transporte público y menos Lamborghinis«.
¿A quién va dirigida esta advertencia?
Ahora bien, si nos ceñimos a la realidad del mercado español, donde apenas se han vendido 34 Lamborghinis en lo que va de año, parece que el mensaje del presidente ha dejado a más de uno preguntándose: ¿a quién demonios va dirigida esta advertencia? Es casi como si Sánchez estuviera combatiendo a un enemigo invisible, un ejército de Lamborghinis que, aunque no lo creas, no parece estar invadiendo las carreteras de nuestro país.
El Lamborghini que Sánchez aprobaría
Pero vamos a ser honestos: si de verdad quieres comprarte un Lamborghini en España y estar en paz con Pedro Sánchez, lo mejor que puedes hacer es optar por un tractor. Porque, al paso que vamos, parece que el único modelo de Lamborghini que debería proliferar en nuestras tierras es el Lamborghini Trattori, sí, esos mismos que nacieron en la Italia rural para arar campos y no precisamente asfaltar la Milla de Oro.
¿Una ayuda para los agricultores?
Quizás la propuesta más coherente, dadas las circunstancias, sería que el Gobierno destinara esas «ayudas a los agricultores» que siempre suenan tan bien en los discursos para que todos pudieran hacerse con un buen tractor Lamborghini. ¿Te imaginas? Un convoy de tractores de lujo, arando a su paso un camino hacia un futuro más verde y sostenible, todo gracias a las políticas del Ejecutivo. Al fin y al cabo, ¿qué mejor manera de demostrar que estás comprometido con el campo que surcando los terrenos con la misma marca que antes estaba reservada para la élite de los deportivos?
De Falcon a Tractores
Y, por si fuera poco, podemos anticipar las pancartas en las próximas manifestaciones: «¡Menos Falcon y más tractores Lamborghini!«. Un lema que, seguro, haría temblar hasta al más acérrimo amante de los coches deportivos, mientras Pedro Sánchez sonríe al ver cómo su mensaje de sostenibilidad por fin se materializa en la versión más inusitada: el regreso al campo, pero con estilo.