El Ministerio de Sanidad de España avanza en el control del tabaco con un proyecto de real decreto que plantea introducir el empaquetado genérico y prohibir aditivos en productos del tabaco. Esta iniciativa de salud pública, a consulta ciudadana hasta el próximo 23 de abril, busca que el número de fumadores disminuya al hacer el tabaco menos atractivo y favorecer la decisión de dejar de fumar.
Siendo la primera medida que impulsa dentro del Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, el ministerio apunta a una «actualización urgente» de la normativa para abordar el estancamiento en la reducción del consumo de tabaco y su exposición en la población general, especialmente la joven. También busca enfrentar la pérdida de eficacia de las advertencias sanitarias y las carencias regulatorias en cuanto a los cigarrillos electrónicos sin nicotina y los productos a base de hierbas para fumar.
La innovación en la regulación incluye además medidas para la mejora del etiquetado y envasado con la introducción del empaquetado genérico y la catalogación de productos emergentes. Se prohíben aditivos y componentes que confieren aromas en el tabaco y productos relacionados, que pueden resultar más llamativos para los consumidores y desvirtuar los objetivos de la normativa sanitaria.
El texto busca así una mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en la comercialización de los referidos productos, considerando el desarrollo del mercado a nivel nacional y europeo. Además, pone en marcha el ya consensuado por el Consejo Interterritorial Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, rechazando de plano cualquier intento de influencia de lobbies o intereses comerciales contrarios a la protección de la salud de los ciudadanos.
Por otro lado, la Mesa del Tabaco, que representa la cadena de valor del sector en España, ha manifestado su descontento por no haber sido consultada para la elaboración de este plan, alegando que algunas medidas del PIT -como el empaquetado genérico y la equiparación regulatoria de los nuevos productos de tabaco con el cigarrillo tradicional- tendrán un impacto significativo en la cadena de valor del sector, además de considerarlas ineficaces. Se refieren sobre todo a la llamada «comoditización» del producto que, a su juicio, provoca una disminución de los precios y un aumento del comercio ilícito.
Este proyecto normativo demuestra el compromiso del Ministerio de Sanidad con implementar políticas proactivas y restrictivas para reducir el consumo de tabaco y proteger la salud pública, desafiando al mismo tiempo los intereses comerciales de la industria tabaquera. A medida que se acerca la fecha límite para aportaciones ciudadanas al proyecto, será interesante ver cómo se equilibran estas diferentes perspectivas y preocupaciones.
